AMOR SE ESCRIBE CON “H”

Fernando Botella, CEO de Think&Action

Fue un verdadero placer asistir como ponente a un nuevo evento TED, un formato por el que siento especial predilección, ya que es toda una sacudida de adrenalina, conocimiento e intercambio de ideas positivas. En esta ocasión, se trató del TEDxGranVia 2016 especial, que se celebró el 13 de julio en el fantástico marco del Telefónica Flagship Store (Gran Vía 28 de Madrid). Un encuentro al que los organizadores bautizaron con mucho acierto como “Now”. El nombre le venía que ni pintado, porque es precisamente “AHORA” cuando estamos asistiendo –o mejor aún, PARTICIPANDO”- en un apasionante escenario de transformación a todos los niveles y en el que la tecnología juega un papel importante.

Pero no el único. No olvidemos que la tecnología no deja de ser un instrumento al servicio de las personas. Para recordarlo, a mi ponencia la titulé “Amor se escribe con HACHE”, con lo que quise hacer un guiño a mi último libro, “El factor H”, relacionándolo con el gran motor que mueve a las personas y que hace que las cosas sucedan: el amor. Para ello me inspiré en Hellen Fisher, la antropóloga y bióloga estadounidense de la Universidad Rutgers, una de las grandes investigadoras del amor romántico desde un punto de vista científico. Tras tres décadas estudiando sus mecanismos, Fisher ha llegado a la sorprendente conclusión de que el amor no es una emoción sino un impulso.

Yo, sin embargo, no me fijé en el amor romántico para mi ponencia, sino en otro tipo de afectos que están más relacionado con la pasión por lo que uno hace, esa poderosísima pulsión que te hace ponerte en movimiento y te convertirte en ese líder capaz de transformar el entorno. Al igual que ocurre con la persona amada, el amor por tu trabajo es una fuerza desatada que, como aquella poción mágica de Asterix, te reviste de superpoderes y te convierte en un gigante. Pocas cosas pueden detener a una persona enamorada de su profesión e inmersa en un proyecto que le motiva. ¿Por qué? Yo lo resumí en cuatro puntos.

♥  Uno, porque dota de significado todo cuanto está ocurriendo. El esfuerzo, las dificultades… todo adquiere una razón de ser y queda perfectamente alineado en nuestra cabeza y en nuestra voluntad.

♥  Dos, porque brinda foco. Sabemos a ciencia cierta lo que queremos hacer y todo lo demás queda en segundo plano. Al focalizarnos en el objetivo, las tareas se dinamizan y las dificultades se convierten en reto.

♥  Tres, porque desaparece el miedo. Cuando tenemos claro el objetivo y estamos en ‘modo reto’, nada nos intimida, nada nos frena. Somos audaces y nos atrevemos a probar nuestros límites, y eso nos acerca la excelencia en nuestro trabajo.

♥  Cuatro, porque el amor es ciego. Y esa ceguera nos permitirá pasar por alto los obstáculos y las partes menos lucidas de nuestro proyecto y no cejar hasta haber logrado nuestro empeño. Nos brinda el arrollador poder de la determinación.

Pero como ocurre con los superhéroes, los superpoderes en las manos equivocadas pueden ser peligrosos. “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, advierte el tío de Peter Parker a su sobrino sin sospechar que bajo su cara aniñada se oculta Spideman. Pues ese líder que ama su profesión y es capaz de superar todo tipo de obstáculos también necesitará contar con unas herramientas básicas que le permitan ejercer ese poder con sentido. ¿Cuáles son? Las tres empiezan por Hache. Humildad, para saber que no lo sabemos todo y que hay que permanecer en actitud de aprendiz continuo. Humor para tener una disposición de ánimo frente a lo que venga. Y Hacer. Hacer que las cosa sucedan gracias a ese Amor tan poderoso que nos empuja.