Entrenar para ser mejor manager

Fernando Botella, CEO de Think&Action

Una cuestión que siempre nos ha preocupado es el cuidado del estado físico. Los entrenamientos, bien sean en el propio domicilio con bicicletas estáticas, pesas o siguiendo distintas rutinas de ejercicios, o en el gym están incorporados como rutina en el día a día de muchas personas. Incluso en momentos de tener que quedarnos en casa, la imaginación y la voluntad están haciendo posible que no sea un impedimento para mantenerse en forma, para dejar de entrenar.

Sin embargo, hay un elemento a entrenar tan fundamental como el de la condición física y que no se está, en general, cuidando tanto: el ENTRENAMIENTO MENTAL y el ENTRENAMIENTO DE HABILIDADES COGNITIVAS.

Más que nunca, en esta NUEVA NORMALIDAD, necesitamos mantener nuestra mente alerta y activa. Porque el escenario que nos aguarda cuando esta alarma termine requerirá de grandes dosis de liderazgo, capacidad de ejecución e innovación. Y todas esas capacidades necesitan de entrenamiento para desarrollarse de forma acertada.

En mis charlas y talleres suelo decir que la magnitud de mi ignorancia es infinitamente exponencial. Es una máxima en la que creo firmemente y que me ha servido de guía a largo de toda mi carrera. ¿Por qué? Porque cuando estás convencido de que tu ignorancia es inacabable, te sitúas automáticamente en posición de aprendizaje. En otras palabras, cuando no te crees que ya lo sabes todo es cuando puedes empezar a estar aprendiendo siempre.

De hecho, el “ yo eso ya lo sé ” es probablemente la frase que ha iniciado más problemas en la historia de la humanidad. El “ ya lo sé ” es el principio del fin profesional para cualquier líder, de la misma forma que el éxito, en sí mismo, es una de los principales factores de fracaso. Cuando crees que ya has llegado a la meta y que tienes todas las respuestas es cuando sueles empezar a hacer las cosas peor de cómo las hacías, cuando te conformas y te vuelves mediocre. Hay que huir del conformismo a toda costa. Porque las mentes conformistas sólo son capaces de conectar con el pasado, y eso es justo lo contrario de lo que está demandando en mundo del management actual.

Para aprender y crecer, tanto en talento como en actitud y en habilidades, es imprescindible salir del “ ya lo se ” y abrazar la propia ignorancia como una de las mayores ventajas competitivas que podemos tener. Hay que vivir abiertos al descubrimiento, a dejarnos sorprender y asombrar por lo nuevo para nutrir con ello nuestro talento. Hay que vivir en estado de “ ¡wow! ”

La mente del ser humano y lo que contiene (conocimientos, habilidades, formas de hacer las cosas y de ver la realidad) no es un ente fijo, está en continuo estado de cambio, de avance. Por eso necesitamos entrenar de manera continua. Entrenar  la mente es aprender a disponerla para la eventual llegada de nuevas realidades y para reinterpretar las ya conocidas. Consiste en huir del conformismo y los caminos conocidos para dejar espacio a otros nuevos. De esta manera estaremos en posición de adquirir nuevos conocimientos y habilidades, de transformar las que ya teníamos, y, así, conectarnos con el futuro.